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Se puede, claro que sí. A priori, parece una pregunta fácil con una respuesta obvia, ¿no creéis?
Quizá nada más plantearnos esta pregunta nos viene a la mente un “pero, si yo recojo siempre” “la basura siempre la tiro a la papelera” y así con infinitas posibles respuestas. ¿Qué pasa cuando el planteamiento de la contaminación va más allá? ¿Sabes, por ejemplo, qué componentes tiene la crema solar que utilizas? ¿Pensamos en protegernos a nosotros y olvidamos el entorno? ¿Somos conscientes del daño que generan al medio ambiente y más en concreto a los corales? Muchas de estas preguntas empiezan cada vez más a rondar nuestra cabeza. Es por eso, que en el post de hoy vamos a intentar resolver todas vuestras dudas y daros los mejores tips para reconocer qué productos consumir este verano. ¡VAMOS ALLÁ!
Para los novatos en la materia os ponemos un ejemplo claro para empezar a distinguir en qué situaciones podemos percibir que estamos haciendo daño al medio ambiente y más en concreto al entorno marino. Estamos seguras de que alguna vez habéis podido distinguir un hilito blanco en la superficie del mar mientras os bañáis. Bien, ese pequeño rastro es provocado por las cremas solares que utilizamos, la gran mayoría debido a sus compuestos químicos muy perjudiciales para el mundo marino y principalmente para los corales.
Podemos distinguir dos grandes grupos:
El primer gran bloque son aquellos protectores solares con filtros químicos. Estos son aquellas cremas solares que penetran la capa más superficial de la piel y absorben los rayos impidiendo que se dañe. Bien, este tipo de cremas solares son las más perjudiciales para el medio marino. El ingrediente más típico y a la vez más perjudicial utilizado en estos productos es el oxibenzona. Un gran tóxico para los corales que, cada vez más nos llevan a su blanqueamiento, así como a dañar seriamente otras especies de algas, peces y delfines.
El segundo grupo son los protectores solares con filtros físicos (o minerales) que en muchos casos por el nombre que reciben, nos pueden llevar a confusión. Estas cremas solares tradicionalmente las podemos identificar ya que te dejan una capa blanca en la piel, tienen una aplicación más espesa y menos “cómoda” de poner. Bien, el problema ante estos componentes no surgen con su fórmula tradicional, sino cuando se empezó a modificar esta para conseguir una aplicación menos densa. ¿Cómo consiguieron esto? Las fórmulas tradicionales están compuestas por óxido de zinc, las cuales no son perjudiciales para el medio ambiente. El cambio surgió al incluir al producto nanopartículas de óxido de zinc. Estas liberan químicos que sí son dañinas para la fauna marina. Usando la fórmula tradicional de óxido de zinc, cuidamos el medio ambiente, aunque perdamos esa textura menos densa pero no dañina. ¿Merece la pena volver a esas fórmulas no creéis?
A veces no somos conscientes de la repercusión que tienen nuestros actos. Quizá esta conciencia sea más compleja y sea más difícil, sobre todo, si hablamos de entornos que desconocemos completamente como puede ser el mundo marino. Rara vez nos paramos a pensar en las estructuras vitales que podemos encontrar bajo el agua, siendo el hogar de tantísimas especies y de organismos que son parte fundamental en el equilibrio de nuestro planeta. Es una pena pensar que están siendo envenenadas por diversas sustancias completamente evitables.
Buscar productos que estén envasados en productos libres de plástico (ahí ya tenemos una pista de que probablemente el producto sea menos dañino que otros presentados en envases de plástico). Pero ¡ojo! Esto no es excluyente. Dónde tenemos que prestar toda la atención es en los componentes del producto. Para mostraros un ejemplo, nuestra crema solar “SOL DE IBIZA” es un protector solar, natural y mineral. Contiene Aloe Vera ecológico de Ibiza. Está formulado sin Nanopartículas, no contiene filtros químicos, ni dióxido de titanio, perfumes ni parabenes, ni derivados de petróleo, ni colorantes. El envase es de aluminio reutilizable y 100% reciclable.
titanio, ni perfumes, ni parabenes, ni derivados de petróleo, ni colorantes. El envase es de aluminio, reutilizable y 100% reciclable. Además lo puede utilizar toda la familia y no es dañino para los arrecifes de coral.
Si ampliamos el espectro a otros productos, os recomendamos no consumir ningún tipo de producto que contenga aceite de palma, que no solo daña los arrecifes de coral, sino que son los causantes de la deforestación en muchos países como en Borneo, Indonesia, además de la cantidad de CO2 que produce su creación, ya que a fin de cuentas es petróleo.
A continuación os recomendamos además de nuestra crema solar, otros productos que os vendrán genial para este verano sin contaminantes y sostenibles.
